Venía tranquilamente en el tren leyendo El Jueves cuando me encuentro la historieta de Lalo Kubala, la de Palmiro Capón… Conste que leo con mucho agrado estas historias slaisoflaif. Lleva unas semanas rememorando su comunión, que casi casi da para tanto como las bodas de Canaan. Esta semana tocaba el tema de los regalos de comunión. Todos los comulgados hemos recibido las típicas birrias. A partir de entonces es cuando dejamos de creer, a ver si con suerte, no nos regalan nada más. Mi mayor birria fue un albúm de fotos en cuya portada, al pulsar un botón, se iluminaban un ángel, un pastorcillo ¡¡y dos ovejas!!.
A lo que iba, resulta que Palmiro Capón recibió como regalo ¡¡unos libros de Los Cinco!!, a quienes define como "cuatro mojeteros metomentodo y su perro aficionados a la resolución de misterios, y que hacían las delicias de los lectores más moñas".
¿Cómo que lectores moñas? ¡Con lo que me gustaban esos libros! Pero pero pero si son ¡el colmo del underground!
Palmiro, ¡te mereces todos tus regalos de comunión y hasta los míos!
Estoy con Palmiro, eran unos moñas, al igual que los 7 Secretos (Enyd Blyton sucks).
Y los Hollisters eran del Opus por lo menos.
Los que molaban eran Los 3 Investigadores y su rollo gay alejado de los Roberto Alcazar y Pedrín citados en el anterior párrafo.
Los cinco no son alta literatura, pero hicieron una gran labor para la época, ¡¡Que le den el nobel de literatura a Enyd Blyton ya!!
Lux Aeterna ¡¡no tienes criterio alguno!! Los Siete Secretos es que eran demasiados, ¡y cada uno con un nombre!, al igual que Los Hollister, y una que es limitada… Seguro que tú preferías Puck o Las mellizas en Santa Clara. Un rollo más lésbico… 😀
Isaac, si te parece, el nobel lo podría compartir con Angela Sommer-Bodenburg y su pequeño vampiro 🙂
Gracias por vuestros comentarios.
Pues a mí me molaban mucho más los siete. Eran mucho más simpaticotes y fáciles de leer.