Si es que no puede ser. Una se sube al autobús tempranico, con un sueño tremendo y no está preparada para encontrarse algo así. Se me han caído las legañas de los ojos. Un tipo agarrado a la barra superior del autobús con las dos manos, mostrando al mundo con salero sus sobacos peludos. Cejijunto, con camiseta blanca de tirantes de italianini que pega a su mujer, abundante pelo en hombros, brazos y axilas. Barriga cervecera pronunciada cubriendo la cinturilla de sus bermudas bañadorescas. Calcetines con sandalias, cómo no. Y encima, más tetas que yo.
Me preguntaba de dónde sacaba el zaragozano Furillo los personajes de sus cómics y voy y me encuentro con uno.
¡Buen día a todos!
Por lo menos éste no te ha tocado el culo (éso espero) como me pasó ayer a mí. Y no le pude dar un guantazo porque me sacaba dos cabezas. En estas ocasiones y sólo en estas me gustaría ser un hombre para darle un buen puñetazo y dejarlo en el suelo como un saco. Pero claro si fuera un hombre seguramente no me hubiera tocado nada. Grrrrrrrrrrr
El autobus hace aflorar lo peor de cada uno. Yo he odiado a más gente en toda mi vida cuando iba en autobus que fuera de él.
¿Tenía también pelos en las orejas?
la próxima vez que me veas en el autobús y no me saludes, me enfadaré, y en serio…
Burbuja, ojalá me hubiera tocado el culo, así al menos habría bajado el brazo privándonos de la visión y el olor de uno de sus sobacos. ¡Que no se puede estar buena, Burbu! La próxima vez pégale un pisotón así «por equivocación» o métele un codazo así como «sin querer». Con lo «bien» que conducen algunos autobuseros tendrás la excusa perfecta.
Chewica, sí que hace aflorar lo peor, yo me vuelvo el doble de intransigente. Y eso tampoco es. El otro día, una señora se iba meando «garrasabajo» en el autobús y me indigné cosa mala. Y encima se sentó y dejó el asiento perdidico
Peter Stillman (si es que ése es tu verdadero nombre), es que el olor me trastornaba y no te reconocí. Desde que cierta persona se ha ido de vacaciones tu metrosexualidad está de capa caída.
Un besico, majos!