Resulta que no es tan molón ni tan bohemio vivir en el desorden cuando hay tinteros y plumillas por medio. Viendo al extravagante Alan Moore con sus pelos por y en la cara, uno se imagina su mesa de trabajo como el acabose del desbarajuste; plagada de libros, papelotes, latas vacías y colillas.
Así entintaba anoche, en una mesa llena de pinceles guarros, botes de agua y plumillas desperdigadas; sintiéndome una dibujante profesional, bohemia y talentosa, sin saber que aquello era una trampa demoníaca y quién sabe si mortal.
Al clavarme en el dedo índice la plumilla más afilada, la de tramar, organizando el consiguiente zancocho con la tinta, me vino a la cabeza una serie de televisión de hace bastantes años llamada Misterio para tres (traducción entre espantosa y risible de Friday the 13th: the series). Trataba de unos mozos que heredaban la tienda de antigüedades de su difunto tío. Su tío, un as de los negocios, había hecho un pacto con el diablo en virtud del cual todos los objetos de la tienda estaban malditos y daban poder, fama o talento a sus compradores. A cambio de sangre y muerte, claro. Así que la pareja protagonista, ayudada por un experto ocultista, tenían que ir encontrando amuletos, monedas, relojes, muñecas, estilográficas y demás objetos vendidos por su malvado tío antes de que los compradores los usaran. Y creo recordar que casi siempre llegaban tarde…
Con semejantes pensamientos y mirando de reojo la dichosa plumilla, aún dudé un buen rato de si se trataba de una plumilla maldita o una simple maldita plumilla.
¡Buen día a todos!
-ZalayA- dice
Yo llevo un corte enorme en el dedo que me hice ayer en el dedo al estrenar el decantador de vino que le regalamos a mi padre. Temia un corte por todo el lateral y me clavé una astilla enorme.
Y mi padre se resistía a tirarlo, diciendo que para cosas como esas se inventó el SuperGlue.
No tiene casi nada que ver con tu caso, pero oye, para una vez que comento el primero…
-Namarië-
Pd:»102576″
Mar dice
Muy bueno el PRIMER comentario!!! jejejejej
Un par de cosas, Iru, querida:
* Estoy más que convencida que el señor Moore es un maniático del orden: no hay nada más que ver cómo puede llevar tal cantidad de anillos en los dedos de las manos y enseñarlos cuidadosamente para que el fan, entusiasmado por la aparición de su semidios (dios, en otros casos), pueda deleitarse con su visión, ya que de careto facial, poco-poco.
* Ese señor con cuernos que te mira por encima del hombro se rie mucho y se rie mal: cría cuervos… y te clavarán las plumillas o harán que te cortes los deditos al entregar los exámenes de inglés con el filo de los folios, armas de destrucción masiva aún sin catalogar.
* Zancocho: hora de comer!! Qué ricooooooooooo!!
Besitos
Iru dice
ZalayA, ¿comprásteis el decantador de vino en una tienda de antigüedades? ¿Sientes un ansia (espero que antes desconocida para ti) que te empuja a matar a tus semejantes? Si es así, creo que no nos veremos en Aragón, Tierra de Tebeos. Por otra parte, ¡vaya birria de regalos que le hacéis a tu padre! 😉
Mar, pues seguro que tienes razón en lo de Alan Moore, pero como tiene esa pinta de guarreras, parece de todo menos ordenado. Lo otro, Don Chechu es así. Y lo último, no sabía que el zancocho se comiese. En fabla quiere decir desorden, cosas revueltas. A saber qué comeréis en los madriles.
Un besico, majos
-ZalayA- dice
Dame un dia y una hora y alli estaré, siempre que sea después del dia 12, que acabo los examenes, y antes del 19, que empiezo las clases.
Ansias homicidas tengo en cantidades industriales, pero las canalizo bastante bien, no veas lo que relaja pegarle cabezazos a la puerta del armario.
El decantador, precioso por cierto, era de no se qué tienda de vinos, creo que de la que hay al lado del Taj Mahal.
Si todavía sigue en la terraza, esperando ser llevado al contenedor, le haré unas fotos.
-Namarië-
Pd:»755419″
Mar dice
Jejejejeje
Don Chechu es intenta ser malo … y va y lo consigue contigo: más que nunca cría cuervos!!!!
Y el Zancocho es un maravilloso exponente de la cultura gastronómica canaria: ñam ñam que ojalá se pudiese comer en los madriles (que sí, que seguro que loprepararn en la casa de Canarias, pero lo que mola en la reunión de amiguetes, las papitas, el cherne, la batata…) y de paso, cuando alguien es un poco guarreras, como tú piensas de Alan Moore, pues se le puede decir: Alan, eres un z(s)ancochón!!!
Besitos
Lord_Pengallan dice
Mira, la perspectiva bien conseguida, pero el fondo podrias haberle puesto todo negro para que parezca todo mas oscuro y opresivo o algo que no fuese blanco. Pero vamos, que no tienes todo el tiempo que quieres para dibujar me supongo.
Bernal dice
Que malas son las plumillas… otro motivo para odiarlas aún más!! aaaaaarghhhh!!
Viva el Pincel!! Con ello tienes menos peligro de clavarte nada…
Un besico!
Iru 2 dice
Hola, muy graciosa la historia de la plumilla, casi lo del dedo no jode tanto como que te caiga la tinta sobre algún trabajo casi acabado!
Un beso de Iru made in Galicia!
Franchu dice
OSTIAS QUE DAÑO!!!
Eso debe hacer más daño que cuando te cortas con una hoja blanca, demasiado afilada… lo malo de cortarte con una hoja es que si lo explicas paraces un necío… jejeje
¡¡¡Saludetes!!!
Javier Aranda dice
La verdad es que las plumillas las carga Pelikán, osea el Diablo. :-PPP
A mi me ha pasado tambien. Desde luego que los mayores tatuajes a tinta china entre mis dedos han sido con las plumillas (el entintado, como las letras, con sangre entran), pero vamos ha habido de todo: bordes de folios y del A3 para hacer tebeos, el portaminas… una vez recuerdo que se me partió la punta de una plumilla (entintaba al reves -idas de olla-) y dejé todo lleno de gotitas de tinta, papel, mesa y ojo incluido. 😛
Aunque ultimamente me dicen en las papelerías técnicas que de plumillas van cada vez más justitos. 😕
Mike dice
Was!! eso tiene que hacer mucha pupa!
Qué mala suerte…
A un compañero de clase (cuánto tiempo… sigh) por hacer la broma le clavaron un BIC en la mano… el espectáculo fué memorable en muchos aspectos… :S
Un saludo! 🙂
Arval dice
chaval…que amé tus cronicas de Who wants to be a Superhero
Aqui en Chile recién lo están dando pero con todo lo que he leido aqui me ha quedado conforme para no seguir viendo más el programa.
Igual más de alguno quiere participar para darle más dignidad al programa (que Jack Kirby falta!)
el forondi dice
Ves, yo uso rotuladores calibrados y eso no me pasa, aun asi llevo las manos llenas de cortes, las tijeras de peluqueria es lo que tienen.
Iru dice
ZalayA, te tomo la palabra. ¡Y mucha suerte! 🙂
Mar, los aragoneses, como siempre, más negativos y menos prácticos que el resto…
Don Critiquitas, después del estropicio de la tinta, quita quita.
Berni, eso tú, que tienes buen pulso, a mí me salen unos trazos como porras.
Iru gallega, eso me jodió mucho más que lo del dedo, tienes razón. Un besico, maja
Franchu, con lo de la plumilla no es que parezca einstein tampoco 🙂 ¡Un abrazazo de los tuyos!
Mike, ¡argh! No sé quién me contó que le habían clavado un compás. La chavalería, que no tiene/teníamos idea buena…
Arval, muchas gracias por tu comentario, hombre. Pero no dejes de verlo, que es entretenido hasta que echan al Teniente Vicente 🙂
Forondi, cuánto bueno por aquí. Es normal que los peluqueros no sólo den cortes en orejas ajenas. ¡Sería muy injusto!
Diego Moreno dice
¡¡¡ES VERDAD!!! Qué buena era esa serie!!!
Jeje, nada chica, paciencia o llevar la pluma a un cura para exorcizarla 😉
lazyGirl dice
Jo, Iru, si querías un tatoo, haber recurrido a un profesional, chica, que las cosas caseras acaban como acaban… jejeje…
Yorkshire dice
Sangre, sudor y lágrimas, je je je je
Es lo que tiene el dibujar con estiletes asesinos 🙂