Después del Salón de Cómic y unos días de vacaciones en los que he sucumbido al embrujo de cruasanes y chocolatines, he vuelto a la rutina con sueño, frío y una desazón muy grande. Desazón porque con el tiempo de mierda que ha hecho y tras leer El Rompenieves 1 (Bang Ediciones), un cómic apocalíptico que presenta la tierra devastada por una helada perpetua y como únicos supervivientes los viajeros de un larguísimo tren que va y viene sin cesar porque como pare adiósmuybuenas… creo que la mejor opción es tener una estación de tren cerca. Sólo por si acaso. No me veo sobreviviendo en un autobús urbano, con un conductor con el biorritmo alterado que pone el aire acondicionado con la misma alegría que escucha la cope, viejas que matarían por un asiento y los alérgicos al agua.
Hoy toca readaptación. ¡Buen día a todos!
Iru, que la vuelta te sea fácil… y piensa que los autobuseros serán los que, cuando el cambio climático lo haya arrasado todo, repoblarán la tierra apareándose con las viejas «huele-asientos-libres» y la llenarán de hombres y mujeres estresados ya de fábrica que se matarán unos a otros por una cueva libre.
P.D.:Los guarros seguirán sin lavarse.
Yo también vuelvo poco a poco a la rutina!
además haciendome publicidad, acabo de re-actualizar mi web, que la tenia abandonada, me he puesto blog y todo (incluso le he puesto a usted un banner en la seccion de abajo de fotologs amigos 😉
un besito señora!
juer que envidia vacaciones
que tengas buen regreso a la rutina
Ánimo con la vuelta a la rutina. Yo cada domingo empiezo con el síndrome post-vacacional, asi que no puedo ayudar con el método para llevarlo mejor.
Nada que no se haya arreglado con un buen carajillo de anís y una ración de Catwoman, supongo. Veo que la cosa recupera su ritmo habitual post-salonero (muy saladas las reseñas del fasto, por cierto). Ánimo, posteadora 😉
tu no has estado en el viñarock de este año no? entonces no te quejarias tanto