Otra semana más de tormento superheroico que nos brinda el viejo del bigotito. Who wants a to be a superhero se convierte esta semana en un programa de investigación que intentará responder a los grandes enigmas de nuestra era: ¿son taimados los calvos? ¿son rácanos los judíos? ¿se vuelven más listos los concursantes metidos en una urna llena de abejas? ¿cómo se lavan sus partes pudendas los superhéroes?
Antoñita´s Affair
Antoñita la fantástica después de las nominaciones anteriores está que no come ni duerme, hecha un manojo de nervios y presa de una verborrea inacabable e inaguantable. «Estar ahíiiiii da mucho miedo iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiih ¡Es lo que más asusta del mundo iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiih!…» El Capitán Carapán intenta infundirle valor, seguramente para que se calle, pordiós. -¡Te propongo un trato -dice Carapán – No quiero escuchar las palabras tengo miedo o estoy asustada durante 24 horas, ¿hace?
Antoñita acepta el trato encantada. Este Carapán sí que sabe. Con suerte no hablará en todo el día. Nos las prometíamos muy felices, bendito silencio, cuando el rechocho calvorota llamado Humpty Dumpty mira malévolamente a Antoñita. -Pienso que hacerte la tonta y la «happy» forma parte de tu plan y es un rol -espeta duramente.
La reacción no se hace esperar y Antoñita rompe a llorar de forma histérica y desgarradora. Iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiih. ¿Pero por qué interactúan con ella, virgensanta?
Miradas de indignación por doquier. ¡Maldito calvo que hace llorar y lo que es peor ¡hablar! a Antoñita! ¿Cuál es la misión de este individuo venido del futuro, salvar la Tierra o hundirnos en la miseria? Antoñita berrea desconsolada. Sadomaso, aprovechando cualquier momento en pro de la intensidad y el sentimentalismo, se sincera y cuenta que a ella siempre le han insultado, le han llamado bollera e incluso ¡hombre! ¡El mundo está loco! Antoñita sigue a lo suyo. -Me afecta que la gente piensa que estoy haciendo un papel para dar pena iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiih…-hipa desconsolada.
Los tontos de la clase
Al día siguiente ¡una sorpresa aguarda a los concursantes! Abeejorra, una villana mas mala que la quina, ha escapado de prisión y se dirige a la Escuela Elemental del Centro a hacer el mal. El Capitan Carapán, que para algo es policía, observa: -¡Eso está aquí a lado! Y efectivamente, Stan, más madrugador que de costumbre, les dice que salgan cagando leches «antes de que Abeejorra siembre el caos en la ciudad».
Don Pin-pón, al ver que la villana está de buen año se acicala antes de salir. Sin embargo, Abeejorra no es de las que se dejan impresionar por judíos peliteñidos y perfumados, lo que le pone a ella más bien es… la ortografía.
Los concursantes son atrapados por Abeejorra y encerrados en dos jaulas de cristal. En la primera, la del equipo 1, están los atléticos concursantes que casi salvaron a Stan Lee en el programa anterior: Carapán, Cacafuti, Antoñita y Pardolón; mientras que en la jaula del equipo 2 están apiñados con ciertos problemas de movilidad los causantes del trágico desenlace: Axila, Marujinia, Sadomaso, Don Pin-Pon y el maledicente calvorota.
Abeejorra, de ascendencia germánica e histriónica en su papelón estelar les prrropone una prrrrueba que consiste en deletrrrrearrr trrrres palabrrras corrrrrectamente. Ojo, que son tres palabras, no tres docenas. Tres palabras murriosas como si aquí nos dicen que deletreemos: bernardo, bendito y bestiajo. Una prueba digna de Coco el de Barrio Sésamo. El equipo que consiga deletrear tres palabras salvará a ambos equipos. Sin embargo, cada palabra fallada, implicará un peligro cada vez mayor para su propio equipo.
La primera palabra es BESIEGED. El Capitán Carapán, mofletudo y veloz, rápidamente deletrea: B-E-S-… ¡Errrrrrrrrrror! Abeejorra se monda. Se deletrrrrea asi B-E-E-S-I-E-G-E- D
Abeejorra les advierte de que a partir de ahora cada fallo supondrá un gran peligro extremo para cada equipo.
Todos los superhéroes captan la trampa y se dan cuenta de que para salvarse tendrán que seguir su juego y deletrear BEE en lugar de BE. ¿He dicho todos? Quería decir todos menos uno. Humpty Dumpty, el maledicente calvorota, considera que deletrear mal es peor que dibujar a los príncipes follando ¡un terrible delito! ¡un crimen contra la humanidad! Un un un… lo peor de lo peor.
–BERATE, B-E-R-A-T-E ¡No pienso caer en tu juego, se deletrea así y punto pelota! -dice el Calvo mientras sus compañeros quieren devolverlo a su tiempo de una patada en el culo.
–Hubiera estado bien que hubiera hablado antes con nosotros, jó -considera Marujinia furibunda.
–¿Ah si? Es horrrrra de que conozcáis a mis buenas amigas… ¡mil abeejas parrrra el equipo 2!-exclama Abeejorra encantada de haberse conocido. Se abren las compuertas y mil abeejas entran en la jaula del equipo 2. Don Pin-pón, que quiere mantener una apariencia seductora libre de picaduras, se cubre ojos, nariz y boca con un pañuelo.
Tras multitud de fallos, cuando la situación es francamente desesperada y miles de abeejas ocupan las dos jaulas, cuando Axila ya tiene abeejas dentro de las orejas y un picotazo en la boca … Cacafuti logra acertar la tercera palabra.
-Felicidades superrrzerrros, habéis sobrrrevivido a la prrrueba del deletrrreo – por poco, me permito añadir – Los del equipo 2 lo hubierrrais hecho mejorrrrr si el calvo -maledicente, añado- hubierrrra hecho caso al juego– dice la teatrera Abeejorra- Antes de irrrme aquí tenéis algo parrra recorrrdarrrme.
En ese momento, litros y litros de miel caen dentro de las jaulas. Cacafuti se indigna: ¡Esto ha sido abitrario, encima de que colaboramos con su juego! ¡Beetch!
Los concursantes, a quienes sólo falta emplumarlos y molerlos a palos, regresan a la guarida hechos un cristo. Don Pin-pón se ha dado cuenta de que no hay colonias que valgan con esa villana y está impresionado: -Si alguien la pudiera enderezar, que sólo fuera sexy sin la parte malvada, sería una novia muy muy guapa…
Marujinia les obliga a asearse antes de entrar en la casa para goce de algunos telespectadores/as, mientras que otros queremos la dirección de Stan Lee para hacerle llegar unas cuantas quejas sobre la elección de los participantes. No es justo, no.
–Un superhéroes sin el disfraz de superhéroe es una persona normal a ojos de los demás. ¡Me siento expuesta!– se queja Cacafuti ajustándose el tanga.
El traje nuevo del emperador
Ya sabemos que Stan Lee, que dirige este cotarro superheroico, gusta de diseñar los trajes a los concursantes. Un poco de charol por aquí, latex por allá, lycra a tutiplén, nada de glamour y voilà, ya tenemos lío montado con algún concursante que siente menoscabada su dignidad.
Cuando todos los superhéroes acuden a la llamada de Stan Lee harapientos, sucios, pegajosos y alguno sin pantalones, como Don Pin-pon, que será multimillonario, pero al concurso ha ido con lo puesto, el astuto y maquiavélico Jean Paul Gaultier de Marvel se frota las manos. ¡Esta es la mía! Ahora les ponga lo que les ponga, ¡lo tendrán que llevar! Bwahahahahahah!
–¡Tenéis muy malas pintas y encima llegáis tarde! Necesito a mis superhéroes puntuales, y sobre todo, con pantalones, Don Pin-Pon.
Stan Lee mantiene una breve charla con los concursantes en la que cada uno le cuenta sus orígenes superheroicos, sus poderes, sus frases épicas y gloriosas. Todo sea para inspirar al anciano a la hora de perpetrar los modelitos.
Antoñita la fantástica, la primera en entrevistarse con Stan Lee, se queda en blanco: –¿Poderes? ¿Qué poderes? ¿Pero esto no es La casa de tu vida? ¿Cómo? ¿Que el premio es la inmortalidad en un comic? ¿Y para qué quiero esa mierda? ¡Yo he venido a por un chalet en Torrevieja! Stan Lee, pacientemente, intenta ayudar: ¿Tus poderes no son imitar lo que ves en televisión? Antoñita no se acuerda. Vería Memento hace poco…
Pardolón tiene una historia sobre el canto rodado de Apolo, el pedrusco de las musas y unas frases gloriosas que empalidecerían al más pintado: ¿Quién dijo que los diamantes sólo son los mejores amigos de las mujeres? ¡Me gusta la bisutería! ¡Lo mío son las gemas!
Don Pin-pón, todavía en gayumbos, confiesa que vive en un castillo, que heredó muchos dineros, pero a la vista está que ningún pantalón, y que no quiere contarlo a los demás para que no le traten diferente. Stan Lee lo compara con Bruce Wayne, un filántropo altruista que lucha contra el crimen. ¡El yayo nombrando a la distinguida competencia!
Axila le cuenta que el origen de su personaje era un vago gorderas. ¡Eso eso! -se emociona Stan buscando intensidad – ¡Te hartaste de que se rieran de ti y canalizaste tu cabreo en esculpir el cuerpo de un superhéroe!
El Capitán Carapán le cuenta una historia de chinos a Stan Lee. Que si era gordo, que si no tenía amigos… ¡Ya era hora de que alguien le diese la turra! El vejete del bigotito le dice que se calle. ¡Es su programa y las chapas las mete él!
A Humpty Dumpty, a Marujinia y a Cacafuti no les presta demasiada atencion.
Pero, ay, a Sadomaso, la niña a la que llamaban machorro… -Yo era una niña solitaria, crecí en la calle… Y venga a llorar. Stan Lee la mira con los ojos húmedos y brillantes. ¡Cuanto había echado de menos a un intenso en el programa! Y ahora ¡por fin! se encontraba con la versión negra y femenina (poco) de su añorado prohijo Frikiback. -No seria lo que soy si no me hubiera pasado eso. Miro al pasado y me siento orgullosa de mí misma. Podía haber sido tantas cosas, que no me creo estar aquí. Nadie me ha dado una oportunidad. ¡Quiero esa oportunidad!
Stan se emociona, la audiencia americana se emociona, los de aquí, una panda de gandules, nos aburrimos. El viejo Stan siempre fue un sentimental. Qué mal huele esto, qué nietzscheano todo. ¿No lo hemos vivido antes? ¿Este programa no se gana llorando?
Tras conocer un poco mejor a los concursantes, Stan, que todo lo puede, les proporciona sus nuevos trajes. Todos salen ganando al menos en calidad de género… excepto Axila. El sudoroso acróbata rebelde se ha convertido en una mezcla entre Naruto y Leroy el de Fama. Y si ya sudaba mucho ahora sudará el doble embutido en esos marianos de lycra. Axila no se conforma y emite una leve queja, que Stan se pasa por el forro de los cojones. ¿Como no te va a gustar el traje? Tú llévalo, hombre, que ya veras como le coges cariño…
Cariño cariño…-se marcha pensando Axila- ¡a tu madre sí que le tengo cariño! Cuando aparece vestido de esa guisa todos se cuidan mucho de no reírse. Humpty Dumpty, el calvo maledicente, no puede evitar comentar: -Realmente pareces sacado de un cómic… ¿No se trata de eso?
Nominaciones y expulsión
Stan Lee, que ha nacido para meter baza en toda situación, vuelve a cortar el buen rollo general avisando de la hora de las nominaciones. -Esto ya no es un concurso -opina entristecido Carapán- es una competición entre amigos.
–Esto es muy duro – insértese aquí el rollo de todos los programas- sois auténticos superhéroes blablabla…-dice Stan. Y enseguida empieza a repartir candela.
De Don Pin-pón critica que se tapase la cara con un pañuelo para evitar las picaduras de las abeejas. Pobre judío yeyé, que si evita que le piquen mal, que si le pican, peor. No hay manera de acertar con Stan Lee. A Humpty Dumpty, el calvo que vino del futuro, le recrimina que le hiciese pasar un mal rato a Antoñita, que no había hecho mal a nadie, y que pusiese en peligro a su equipo en la prueba de las abeejas. A Axila le dice que no mostró coraje cuando se quejó de su disfraz. ¿Y qué esperaba que hiciese? A ver si en una de estas, algún damnificado por los trajes agrede al viejo y le parece suficiente coraje.
Finalmente nomina a:
-Don Pin-pón, por impedir que le picasen las abejas. ¡Al concurso se viene a sufrir en equipo!
-Antoñita la fantástica, por olvidarse de sus superpoderes. ¡Qué culpa tendrá la chica de haber visto Memento! ¡Aviesos programadores televisivos!
–Humpty Dumpty, por todo. «Tu ego se interpuso en la victoria de todos»
Por bien quedar, Stan Lee repite que es una decisión muy difícill y …. ¡elimina a Humpty Dumpty! Le dice que no es un jugador de equipo, que se pone delante de sus compañeros, y que un superhéroe ha de saber cuando no ponerse delante por el bien de los demás.
El calvo que pretendía salvar la tierra y del que cualquiera se fía ahora, requetedefiende su postura, que si deletrear mal es como mentir blabla y blabla, deja sus cosas en el cubo y se va, orgulloso de deletrear como dios manda y no como los demás que son capaces ¡incluso! de deletrear mal por salvar sus culos.
Axila, que es un lumbreras, dice lo que todos pensábamos: ¡pues al final no era tan inteligente!
Mientras los concursantes descansan de semejante día emociones, la malvada Abeejorra maquina perversos planes con… un tio encapuchado disfrazado de cosa repugnante. ¿Pero es que no va a haber ningún cachondón en este programa?
¡Buen día a todos!
Lord_Pengallan dice
Cacafuti FOEREVER!!
Ike Janacek dice
¡¡¡¡¡Ca-CACAFUTI rebozada en miel!!!!!
Santo cielo, no hay palabras ni empalago posible…
¡Lo dije!¡Dije que el meloncete no iba a durar dos asaltos y ya ven! Entre Marujinia y Sobaquín está el expulsado del tercer episodio, Nuff Said!
Raúl Martos dice
Vale, decidido, tengo que empezar a bajarme la nueva versión.
Hay alguna con subtitulos por ahi? XD
Bruce dice
Vaya!!
¿Un poco de sal de frutas para el empacho?
Coleto dice
Hola, son tuyos los dibujos del blog? si es así y te apetece hablar un rato agrégame a Nemamiah81@hotmail.com o déjame un comentario en http://www.espiritucaotico.blogspot.com ¿vale? un salu2.
Coleto dice
Hola, me gustaron mucho tus dibujos. Yo no dibujo, sino que escribo y suelo hacer colaboraciones con dibujantes a los que les apetece hacer cosas creativas y contar conmigo (y que yo cuente con ellos, claro está) Si te animas dímelo en mi blog o algo y nos ponemos manos a la obra en alguna cosa, ¿vale?. Salu2