Me está costando recuperarme del Salón de Cómic de Getxo. Ya no sólo por el cansancio de estar tres días de pie berreando con voz de cazalla, sino por las pocas ganas que tengo de volver a la rutina. El cubo de hielos y cervezas ha demostrado por enésima vez su utilidad; nuestro colectivo Cinco sin sacarla y el Stupiderman 2 de Kalitos se han vendido como churros; ningún jevi se ha quedado sin su Ríchal, soltero y metalero, y le hemos visto el chiflo a Kalitos. No se puede pedir más.
En Getxo hemos encontrado muchas caras amigas, como Verónica Casas, que lleva camino de ser la próxima Victoria Francés (o mejor) y a la que sólo le falta el corpiño y sacarse las tetas; Joseba el editor de Aleta, a quien los malavideros tenemos mucho cariño, Jordi Bayarri que aguanta (sí, éste es el verbo) como un jabato nuestras payasadas, Jorge de El Faro de Leioa, que nos trajo una foto-recuerdo de su amoroso encuentro con Kalitos (pondré las fotos mañana) y nuestros compañeros Cretinos de quienes era imposible no hacerse fans (Molina, guapo ¿estás soltero y solo en la vida?). Andaban también por allí Jorge Iván, Germán y mi amiga Carmen, loca por atesorar muñequitos de Star Wars y los entrecomiqueros, que como los Dalton son de todas las alturas y todos tienen bigote, y entre ellos mi Mar, siempre solícita, que me presentó al hipnótico Carlos Vermut y al Pepo Pérez, un tipo la mar de majo al que me hubiera gustado tener de profesor de derecho administrativo y no a los tres aburridísimos loracos trajeados que se repartían la asignatura.
Lárgame un cilindrín, fotero. El viernes, de mala mañana y peor gana salimos de Zaragoza en el seat panda -o lo que sea- amarillo de Dionisio cuando aún no estaban puestas ni las calles. A mitad de camino, cuando sólo podía tirarme del coche en marcha, los malavideros me contaron que unos muchachos que estaban haciendo un documental sobre los fanzines iban a grabarnos durante todo el día haciendo lo que mejor sabemos hacer en los salones, es decir, el gañán. Y yo con estos pelos. Si hay algo que me aterroriza más que las cámaras fotográficas son las cámaras de vídeo. Ahí no hay pose, ni mueca aprendida ni «es que salgo mal en las fotos» que valgan. Lo que hay es lo que sale. Bajo la atenta mirada de la cámara descargamos el coche y montamos el chiringuito con la misma naturalidad con la que se lleva un palo metido en el culo. Pero, con el paso de las horas, viendo lo majos que eran Guillermo y Amancio, los realizadores, y sobre todo debido al efecto vigorizante de las birras, terminé disertando ante la cámara acerca de si los jubilados follan o dejan de follar y contando que para mí dibujar cómics era como hacer figuritas con mierda. O algo así.
Texas, 1978. El sábado fue un no parar de gente. Aún estaba con el donus en la boca y la primera birra mañanera cuando empezaron a llegar compradores de otros años para saludarnos y llevarse las últimas novedades. En Getxo, no nos cansamos de repetirlo, el público parece, de entrada, muy serio. Les increpas, haces cuatro bromas de regular o mal gusto, sonríen levemente (si sonríen) y se marchan impertérritos: «nonono, que sólo estamos mirando, luego volvemos». Y es cierto, la mayoría regresan. Y no sólo vuelven un rato más tarde, sino al año siguiente y al otro. Así, Jose, Iker, Unai, Joseba, Beltza otros amigos con nombres que soy incapaz de escribir, el tipo que el año pasado se llevó seis o siete Macarias y aquel otro que tiene todas nuestras camisetas fueron desfilando el sábado y el domingo por el stand, deseándonos mucha suerte, comprando los tebeos de rigor y despidiéndose hasta el año que viene. Kalitos, cuya caracterización de samoano del año anterior fue muy celebrado, repitió dejándose pintar con rotuladores indelebles esa calva tan golosa para maldades que tiene. A la hora de comer tuvimos la suerte de coincidir con los Cretinos (ellos tuvieron menos suerte), que gracias a Kalitos, ya se pueden presentar a un Saber y Ganar con el tema de Sid Vicious. Anda que no vais a fardar contando lo que ocurrió en Texas en 1978, granujas.
Por la noche, una vez que Kalitos se hubo limpiado las barrabasadas del tozuelo, descubrimos que para cruzar el puente colgante y llegar a los bares y a la farra había que pagar. Esperamos que no tomen ejemplo en Zaragoza, que aparte de oler a col y haber paletadas de mierda en la calle, tiene puentes a rabiar y, de momento, son gratis.
Muescas en la culata. El domingo al punto de la mañana, un niño y su yayo vinieron sin vacilar hasta nuestro stand. El yayo se apartó a un lado y el chavalín vació su monedero sobre los tebeos, contó cuidadosamente las monedicas y pidió tímidamente el Stupiderman 2. Que le gustó mucho el anterior, me explicaba el yayo. Víctor Santos, muy atento, se acercó al stand no sabemos si queriendo o no, pero seguro que se arrepintió, y me firmó un tebeo encajando con una gran sonrisa todas las chanzas, chistes y achuchones de Kalitos. Mientras yo, con los ojos en blanco, tachaba mentalmente autores que ya nos conocen para próximos salones de cómic maños y rezaba para que no pasara Pepo Pérez, a quien le aguardaba una suerte parecida.
Cuando llegamos de madrugada a Zaragoza, entre los nervios, el cansancio y la euforia apenas pude dormir. Pero cuando lo conseguí lo que no podía era levantarme al día siguiente.
¡Buen día a todos!
Cómo os lo montais los malavideros en los salones, a ver si en diciembre me pillo el 5 sin sacarla en el salón, ya que estaremosm por allí.
Un beso.
Bufff… se me acumulan los gastos, y ya tengo que empezar a ahorrar para el Salón… Para el salón, el viaje del Puente, las champanadas de Ingenieros y Veterinaria…..
¿Quereis arruinarme entre todos,no?
Un besazo!
Pd:»402533″
Se dice «CHIFRO» , no «chiflo». ¡Que no tenís ni puta idea de argot, joder!
Jorge, allí nos veremos. Por cierto, es tradición que los fanzineros que lleven menos de tres números se paguen unas birras 🙂 ¡Un besico!
ZalayA, tienes demasiada vida social… ¿por qué no puedes ser un ingeniero normal?
Kalitos, yo no sé qué te habrás creído, pero yo me refería al sublime instrumento musical tradicional aragonés, el chiflo (el pito, vaya). ¡Que tienes las entendederas sucias, hostiasyá!
Bueno, bueno… Pues ya disculparás, pero que conste que yo no voy por ahí enseñando ningún súblime instrumento musical tradicional aragonés (Que yo sepa)
Me apunto unas cuantas antológicas, como la del palo en el culo, las figuritas de mierda, el samoano, el corpiño y las tetas (cotilleo sobre Victoria Francés… otro día), o el antológico after Jan «lárgame un cilindrín, fotero». Esto es una crónica y no las del fúmbol. Shalom, Iru.
Eso de las figuras de mierda me lo tienes que explicar.
juer que bien os lo pasais en los salones, no como otros espositores/tenderos que tienen una cara de asco
y por lo poco que vi de kalitos (en el salon de barcelona) si creo que enseñara su instrumento musical tradicional aragonés
jajajaj que grande es kalitos
…»y los entrecomiqueros, que como los Dalton son de todas las alturas y todos tienen bigote, y entre ellos mi Mar, siempre solícita»
Que sepas que ESTÁS MUERTAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA! MALA!!!!!!!!
bICHIOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!
Y el peor insulto del mundo según mi abuela: ¡¡¡ASQUEROSAAA!!
Intenta arreglarlo diciendo que soy tuya y solícita y que te presenté a … pero esa frase, esa frase mortal, que leída por mentes malignas tiene una doble lectura:
¡¡ESO NO TE LO PERDONO YO!!!
Con lo que me duele cada vez que voy a la pelu…
Ni besitos ni ná: ¡¡ASQUEROSA!! (Ponga una Malavida en su vida pa esto…)
¿Sabes que te quiero, verdad?
¡¡¡HURACÁN!!
Besitos
P.d. Cousteau era una malísima persona, que inventó los hombres rana no para ir con el Calipso defendiendo los corales, sino para el ejército francés y pa cosas secretas y malotas, seguro.
jajaja, tuvo que estar genial!! besos, iru
Nos vemos en madrid! y aver si hay suerte y en Zaragoza tambien!
Saludos!
yo de lo que más me alegro es de que no pongas las fotos!!!
Nos va a salir el salón por un pico !!!!, jajajaja, eso está hecho.
Me voy a consertar solo por ti, mi amol!!!
XDDDDDD