Lo hemos escuchado y leído durante todo el día. Los pitufos cumplen cincuenta años con más ganas de dar guerra que de prejubilarse. Entrecomics se hace eco de la noticia (y de qué no) aquí
Cuando era pequeña, los domingos de camino al parque, mis padres solían comprarnos a mi hermano y a mí un par de pitufos. A veces éramos infieles a los pitufos y preferíamos algún otro moñaco de goma, que enseguida arrinconábamos arrepentidos de no haber elegido un pitufo. Otras veces queríamos el mismo y nos enzarzábamos en ridículas peleas que terminaban con el pitufo sin brazo, sin espada o sin laúd. Algún tiempo después, las acostumbradas compras de pitufos se espaciaron, las caras se volvieron más largas y las miradas más graves y finalmente los pitufos semanales se acabaron. Mis padres, al igual que mucha gente, vivieron la crisis económica de los ochenta bajo la sombra del paro haciendo malabarismos monetarios y mirando la peseta con lupa. Nosotros, mi hermano y yo, la vivimos sin pitufos y sin pitufarnos de nada. Los pitufos de goma de mi hermano corrieron una suerte terrible, acribillados a perdigonazos por el preadolescente rubicundo, belicoso y con granos que sería años más tarde. Los míos, los viejos y los nuevos que sigo coleccionando, están ahí debajo.
¡Buen día a todos!
mortadelon dice
Qué colección más chula. Yo tenía unos cuantos de esos bicharracos azules, amén de Gargamel y su gato, pero ahora no se donde paran. ¿Sigues buscando pitufos por los mercadillos?
¡un abrazo!
Iru dice
Mortadelon, ¡por mercadillos, calles y plazas! ¡Hasta por internet! Un besico 🙂
Mike dice
Jo… melancólica historia…
Los pitufos son geniales… son de esos personajillos fetiche que perduran en el consciente y subconsciente…
Yo no tenía muchos, pero los que tenía los guardaba como oro en paño…
Malditas mudanzas!!!
Una colección grandiosa!! ^^
El inane anónimo dice
¡Atiendeeeeee! Y los tiene en la vitrina del salón, para horror de su madre… 😀
mortadelon dice
Jaja, eso de la vitrina del salón me suena. Ahí dejo yo a la cosa del pantano, y varios villanetes. Junto a la vajillería.
ZalayA dice
Yo soy de generación Fruity, mi madre me sobormaba con ellos para que me dejase poner las agujas de acupuntura en los pies. Conseguí toda la colección.
Pero creo que salí perdiendo.
Un saludo, y eso. Estoy de examenes, no puedo permitirme ser más efusivo.
Pd:»994670″
Lord_Pengallan dice
El que más me gustaba de los que tenía era le pirata que tienes por ahí al fondo. También veo que tus pitufos (algunos) también estan aquejados del mismo mal que atacó a los míos (y de mis hermanas) el síndrome de la nariz descolorida! Lo que no recuerdo es donde fue a parar nuestra estupenda colección (que dejó de crecer, como la tuya, un día sin que se sepa el por qué).
Mar dice
Jajajajajaja
Mira el inane, mírale: haciendo puntos!!
Y no sé qué me mola más: si la cole-colección o la coleccionista!!
Besitos
P.d. Iru, muchas gracias por los enlaces, solete!
Jorge dice
Qué pasada de colección Iru !!!! Sígue Pitufando !!!!
GoLo dice
Mola!
Yo desde que ví Donnie Darko, no miro a los pitufos de la misma manera:
http://blog.sotmar.net/?p=50
Perse dice
Pues te has pitufado un pitufo la mar de pitufo. Si a mí me hubieran dejado pitufar, hubiera pitufado toda la pitufa. ¡Qué pitufa! La pitufa.
bernal dice
Juraria que ayer puse un comentario.
Pos na… que me ha entrado una melancolía que pa qué con los pitufitos.
Te ayudaremos a encontrar más!
Un besazo!
Iru dice
Mike, mis pitufos han sobrevivido a varias mudanzas gracias a que los guardaba en una maleta. Hasta ahora sólo he perdido (queriendo) los «falsos». Ahora me arrepiento porque, aunque eran muy cutres, tenían su encanto. 🙂
Inane ¡y cómo los miran de reojo las visitas cuando vienen!
Mortadelón, yo aborrezco la vajillería. Cuando me mudé casi todos mis amigos me regalaron vajilla 🙁 La vajilla la escondo donde no se vea. No entiendo cómo la gente la luce en vitrinas 🙂
Zalaya, los reyes pasaron por mi casa y te dejaron algo. A ver cuándo te veo en algun sarao 🙂 ¡¡Suerte en los exámenes!
Don Critiquitas, lo de la nariz es por el paso de los años, que no perdonan. Reconozco haber chupeteado alguna nariz pitufa en tiempos. Alguna lectura sacarás de eso, tú que eres psicólogo y aristócrata
Mar, ¡la coleccionista! No faltaba más 🙂
Jorge, en ello estamos. Pero la última colección de pitufos indios, no me hace mucha pitufa 🙂
GoLo, Donnie no tiene ni idea. No la transformó la abrumadora bondad de los Pitufos, sino el bisturí del Doctor Pitanguí aka Gran Pitufo. Las morenas estamos poco valoradas en general y «en un país que está lejos de aquí» en particular 🙂
Perse, ¿pitufar toda la pitufa? ¡Menuda pitufa estás hecha! Pitufándote, eres capaz de eso y de más.
Bernal, ¡por mí encantada! La verdad es que siempre me ha hecho mucha ilusión recibir pitufos, ¡aunque los tenga repetidos! ¡Besicos!
ZalayA dice
WoW!! Un regalo!! Eso si es inesperado!!
¿Que he hecho para merecer tal honor? ¿Donde puedo pasar por caja a recogerlo? La ansiedad me corroe.
Pd:» Por ser tan maja, hoy prescindo de numerajos.»
Little Nemo's Kat dice
¡Anda, si resulta que la Iru, reconocida femme-fatal, conserva su corazoncito de niña-maña recubierto de pintura azul!
Un servidor, hasta la infancia tardía, anduvo desesperado a la búsqueda de un chupito de zarzaparrilla (¿existió alguna vez?) y con el deseo oculto de ser químico de brebajes, para poder engatusar a pitufinas varias 😉
Jean Mallart dice
Sólo Azrael sobrevivió a la Gran Purga. Y porque le quedaba una vida, que si no…
Ricardo dice
Vaya colección de pitufos más chula!
Yo llegué a tener unos 60, pero ninguna casita-seta.
Aún están en casa de mi madre. Un día de estos tengo pendiente llevármelos y restaurar algunos (que muchos están medio despintados) antes de que mi sobrino acabe de destrozarlos.
viendo que eres pitufera, recomiendo este blog:
http://www.schtroumpfs.org/
ela dice
me gustaron en su tiempo, pero decian que eran ¨diabolicos´ pero bueno yo era una niña y el unico pitufo que tenia d peluche lo arrumbe por ahi´.