Mi abuela decía que comer olivas negras por la noche traía sueños. Lo que nunca me contó era que si comías un número par de olivas, los sueños eran buenos y si no, pues no. La de pesadillas que me hubiera ahorrado. Ahora entiendo por qué me encuentro soñando cosas como mi boda con Charles Burns, o el cocodrilo de dos patas que se comió a mi vecina de arriba, o aquella invasión alienígena y, hace unas semanas, con Kalitos diciéndole a Moebius que era un manta durante el Salón de Cómic de Barcelona mientras levantaba el dedo como sólo él sabe hacerlo. Ahí es nada. Un manta. Moebius. Y luego el señor Santamaría cuandoserámía nos echaba del Salón a nosotros y a nuestro cubo de birras. Afortunadamente todo quedó en un sueño producido por la ingesta masiva e impar de olivas negras y la realidad fue bien distinta: ahí tenéis a Kalitos posando ¡y hasta tocando! a Moebius.
Aunque no se cumplieron mis negruzcos presagios, pasé el Salón de Cómic febril, empastillada, con la nariz como un tomate, mocos a tutiplén, la voz tomada (no al estilo Bonnie Tyler, sino más bien como Arévalo imitando a un gangoso) y, sobre todo, SIN BEBER UNA MIERDA. Como siempre, lo mejor ha sido conocer nuevos amigos y ver a los de siempre, que nos aguantan año tras año, como Mar, mi Mar, nuestra Mar, la Mar de España y el resto de entrecomiqueros; Carlos y Encarna, a quien debo un dibujo en su flamante libreta nueva, ¡con los ánimos que me das siempre y qué rancia soy! mil perdones, Encarna; Carol, que no sólo ha encandilado a XCar, sino que a mí también me tiene en el bote; Jordi, el tipo que año tras año, aparte de comprar absolutamente todas las novedades, se quita la camiseta para nosotros mí y que cada vez viene más buenorro; Latro tan contento como siempre; Mortadelón repartiendo chapas a diestro y siniestro; Fresús y esa barbaca con la que intentaba impresionar a la morenica de las rastas (y nada), Luzzo que desde que sale en la tele me trae loca, la amiga Rain, el muchacho tan majo que dibuja algo de un mosquito pero no sé como se llama y el resto de los Hojaldre de Pez; Javi Metal y su historia de los chinos con palos en la que cada vez hay más chinos; Fram, el sufrido bibliotecario; Oriol, el Titi, Gambarte, Bellvi, Grassa, Graziella, los Cretinos, el amigo Berni, Forondín, Queco, EmeA y su flamante camiseta de Malavida que tantas alegrías le da, Jorge Bonet, Chacaaaaaal (mano en garra amenazante), el bueno de Yogur, Va-la-in-gaur (¡toma!) y su impresionante sonrisa, Conner Kent con quien me faltó más charrada, un mozo que se llama Kalígula (creo) -pero escrito raro- que parecía muy majo, Franchu, algunos cuyos nombres se me escaparon…
Y sí, este año también hubo tocamientos…
¡Buen día a todos!