La de veces que habré intentado leer o, al menos, mirar durante rato "La última obra maestra de Aaron Slobodj" de José Carlos Fernandes. Y no hay manera. Tal vez algunos no hayáis oído nunca hablar de este ¿cómic? experimental. Mejor para vosotros. Son los 15 euros peor invertidos de la vida de quien me lo regaló.
La premisa (ficticia) es extraña y un poco aburrida: un artista llamado Aaron Slobodj envía a distintas personas anónimas ilustraciones o frases sin ton ni son. Después de semejante heroicidad artística, el hombre se suicida. No es para menos. La policía recopila dichos textos e imágenes; y, según el prólogo, este fardo de cosas inconexas es lo que ahora se publica con el nombre de "La última obra maestra de Aaron Slobodj". Al no poder establecer la relación entre imágenes y textos se decide publicar todo a cascoporro. El cómic es, por tanto, un cuadernillo de espiral con dos filas independientes de hojas. Arriba, ilustraciones, y abajo, frases. La diversión (creo) consiste en poder poner a la misma ilustración distintos textos. Ved mis dos intentos (pulsar para ampliar las imágenes)
Primer intento: Tractorista + "Ahora tenía la certeza de que Myra traicionaría a Oswald en la noche de las estrellas fugaces…" Encontramos a Belidoro, natural de Las Parras de Castellote y de profesión hombredepueblo, arando sus tierras a pleno sol. De repente, cuando lleva medio campo, ¡palmetazo en la frente!, tiene la certeza de que Myra traicionará a Oswald en la noche de las estrellas fugaces. Y ¡por si eso fuera poco!, le mentirá sobre "cómo se hizo aquella extraña quemadura en el brazo". ¿Y por qué tantas mentiras? ¿Qué hará el bueno de Belidoro ante semejante revelación? ¿Quién va a creer a este nostradamus rural?
Esta historia de líos burgueses incineratorios es una mierda, a ver si con otra frase al azar le encontramos a Belidoro la trepidante aventura que se merece…
Segundo intento. Tractorista + "¿Cuántos husos horarios existen en la Unión Soviética? El tempo transcurría rápidamente… Tenía que recordarlo, su vida dependía de eso." Ay Belidoro, el jamesbond agropecuario, haciendo tratos con la mafia rusa. Y ahí lo tenemos, huyendo en un tractor desbocado, campo a través, con los rusos pisándole los talones. Y todo por no acordarse de los puñeteros husos horarios. ¡Joder! (palmetazo en la frente).
Una historia mucho mejor, ¡dónde vamos a parar!
Debo de ser muy cerril, porque ni me convencen, ni entiendo estos experimentos narrativos… Si hay alguien a quien le guste, me encantaría saber por qué.
De momento, seguiré usándolo para inventar historias bizarras y os martirizaré más a menudo, andaquenó.
¡Buen día a todos!