Otro viernes con Aaron Slobodj.
Señor con una mujer en su entrepierna + "Aquél día todo parecía salirle mal: primero la llave se quedó atascada en la puerta; después el coche se negó a arrancar; más tarde le picó una especie de escarabajo; y ahora, además aquel contratiempo."
¡Menuda contrariedad! ¡Otra señora en su entrepierna! Ya le había pasado antes, ir caminando por la calle y, de repente, verse en semejante tesitura. El magnetismo animal de Oswald no constituía ninguna ventaja sino que le proporcionaba muchos sinsabores. Por regla general, se le enganchaban mujeres regordetas y bigotudas a las que debía llevar a casa en volandas. Una vez, en una feria agropecuaria, se le pegó un ganadero de Torralba de Ribota, rudo y soez, que tuvo a bien partirle la cara al confundirle con un pervertido.
Pero esta vez el destino había querido que Oswald tropezase con una señorita de largas piernas que no oprimía sus genitales ni olía a vieja rancia. ¿Habría encontrado el verdadero amor? ¿Qué opinaría Myra de todo esto?
¡Buen fin de semana!