Pocos de nosotros querríamos ser superhéroes en la vida real. Lo de volar, ser invisible, o tener super fuerza debe resultar muy molón, pero ¡ay! ¿y lo de arriesgar tu vida cada dos por tres, el espíritu de sacrificio, o aquello de que un gran poder conlleva una gran responsabilidad? Esto implica sacrificios como no odiar a las viejas o a los que huelen mal en el autobús, o salvarle la vida a ese jefe cabrón que no te sube el ipc desde ni se sabe, cuando lo que de verdad te apetecería es defenestrarlo. Ufff. Es decir, que un gran poder conlleva, aparte de una gran responsabilidad, una amargura muy grande. Además en la vida real los puñetazos duelen, una patada en la cara puede dejarte sin piños, y una caída al agua desde cincuenta metros, como poco, pica.
Y si ya ser superhéroe motu proprio es un coñazo tremendo, el colmo es que nos obliguen nuestros padres.
Los padres siempre esperan que sus hijos seamos mejores que ellos, y que, en definitiva, seamos lo que ellos no han podido ser. -«Estudia hijo, tú que puedes». Este deseo, en abstracto, es natural y comprensible. El problema viene cuando ponen nombre a «lo mejor para nosotros», y se empecinan en que «lo mejor para nosotros» es que seamos jueces, notarios, inspectores de hacienda, médicos, ingenieros… o superhéroes. Qué poco piensan en barrenderos, operarios de cadena, taquilleros del metro… o en propietarios de tienda de cosas viejas.
Jack Knight lo lleva crudo. No sólo tiene una tienda de cosas viejas, sino que su padre está empeñado en que sea un superhéroe. Y es que el viejo Ted Knight, como Starman, ha protegido Opal City durante muchos años y ahora es un jubilado más con demasiado tiempo libre, deseoso de que alguno de sus hijos continue el legado superheroico. Un marrón, vaya. Cuando David Knight, el hijo con aspiraciones superheroicas que todo padre querría pero algo gilipollicas, toma el relevo, Jack respira aliviado. Sobre todo por no llevar esa mierda de traje. Por desgracia para Jack, su hermano dura como superhéroe tres páginas y será el propio Jack quien continúe el legado de Starman.
Después de leer todo lo publicado en español, Starman tiene una nueva y esforzada lectora. Digo esforzada porque el inglés no es lo mío y no hay series en versión original ni englishtraining que valgan.
Me declaré fans de Wally West en su momento, por ser un tipo del pueblo. Pero me gusta mucho más el tipo de héroe que es Jack Knight, oscuro, indeciso, extravagante, independiente, hasta los cojones de su familia, con ganas de tirar la toalla constantemente, e incapaz de distinguir si es Starman porque quiere, porque su padre le obliga o porque alguien tiene que serlo. Un Starman que, luchando contra los malos, descubrirá que a pesar de que su familia no le gusta, les quiere. -¡Puede que mi hermano no me gustara…! ¡Pero le quería!
Una historia que a muchos nos suena.
¡Buen día a todos!