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En Blanco

Superhéroes para dummies

Starman: los pecados del padre

31 mayo, 2007 By Ana S. Palacín

Pocos de nosotros querríamos ser superhéroes en la vida real. Lo de volar, ser invisible, o tener super fuerza debe resultar muy molón, pero ¡ay! ¿y lo de arriesgar tu vida cada dos por tres, el espíritu de sacrificio, o aquello de que un gran poder conlleva una gran responsabilidad? Esto implica sacrificios como no odiar a las viejas o a los que huelen mal en el autobús, o salvarle la vida a ese jefe cabrón que no te sube el ipc desde ni se sabe, cuando lo que de verdad te apetecería es defenestrarlo. Ufff. Es decir, que un gran poder conlleva, aparte de una gran responsabilidad, una amargura muy grande. Además en la vida real los puñetazos duelen, una patada en la cara puede dejarte sin piños, y una caída al agua desde cincuenta metros, como poco, pica.

Y si ya ser superhéroe motu proprio es un coñazo tremendo, el colmo es que nos obliguen nuestros padres.

Los padres siempre esperan que sus hijos seamos mejores que ellos, y que, en definitiva, seamos lo que ellos no han podido ser. -«Estudia hijo, tú que puedes». Este deseo, en abstracto, es natural y comprensible. El problema viene cuando ponen nombre a «lo mejor para nosotros», y se empecinan en que «lo mejor para nosotros» es que seamos jueces, notarios, inspectores de hacienda, médicos, ingenieros… o superhéroes. Qué poco piensan en barrenderos, operarios de cadena, taquilleros del metro… o en propietarios de tienda de cosas viejas.

Jack Knight lo lleva crudo. No sólo tiene una tienda de cosas viejas, sino que su padre está empeñado en que sea un superhéroe. Y es que el viejo Ted Knight, como Starman, ha protegido Opal City durante muchos años y ahora es un jubilado más con demasiado tiempo libre, deseoso de que alguno de sus hijos continue el legado superheroico. Un marrón, vaya. Cuando David Knight, el hijo con aspiraciones superheroicas que todo padre querría pero algo gilipollicas, toma el relevo, Jack respira aliviado. Sobre todo por no llevar esa mierda de traje. Por desgracia para Jack, su hermano dura como superhéroe tres páginas y será el propio Jack quien continúe el legado de Starman.

Después de leer todo lo publicado en español, Starman tiene una nueva y esforzada lectora. Digo esforzada porque el inglés no es lo mío y no hay series en versión original ni englishtraining que valgan.

Me declaré fans de Wally West en su momento, por ser un tipo del pueblo. Pero me gusta mucho más el tipo de héroe que es Jack Knight, oscuro, indeciso, extravagante, independiente, hasta los cojones de su familia, con ganas de tirar la toalla constantemente, e incapaz de distinguir si es Starman porque quiere, porque su padre le obliga o porque alguien tiene que serlo. Un Starman que, luchando contra los malos, descubrirá que a pesar de que su familia no le gusta, les quiere. -¡Puede que mi hermano no me gustara…! ¡Pero le quería!

Una historia que a muchos nos suena.

¡Buen día a todos!

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Hulka 3: Si lo sé no vengo

7 mayo, 2007 By Ana S. Palacín

Después de tanta discusión, que si Bobillo, que si Pelletier, y ahora resulta que aparece en acción un tercer dibujante, un tal Kolins. La Hulka de Kolins no es la ogresa apamplada de Bobillo, ni la top-model de Pelletier, sino un travelo con pelucón verde, el cuello más grande que su cabeza y pectorales hiperdesarrollados que no dan envidia ni nada. Jennifer Walters tampoco es la apocada abogada monjil de Bobillo, ni la sexy pipiola de Pelletier, sino una mujer de lo más normal, graciasadiós.

Este tercer tomo de Hulka se centra más en el ámbito superheroico, aparcando el rollo jurídico y los líos amorosos, y terminando en un episodio catártico en el que Hulka pierde parte de su pedorrismo no se sabe si momentáneamente, como sus poderes, o para siempre. Yo apuesto por el pedorrismo perpetuo. Cuidado con los destripes a partir de aquí.

Hace ocho meses Titania asoló media ciudad junto con el bufete de abogados donde trabajaba Hulka. Tras la reconstrucción de la oficina, Jennifer Walters, con problemas para convertirse en Hulka, tratará de resolver un caso viciado mediáticamente recurriendo a un jurado totalmente imparcial traído de un tiempo pasado. Entre ellos se encuentra Ojo de Halcón, un Vengador que murió cuando Hulka arrasó la ciudad de Bone en una ida de olla de la Bruja Escarlata, como he creido entender en los comentarios. Hulka pretende arreglar el desaguisado intentando advertir a Ojo de Halcón de lo que le ocurrirá. -Pichabrava, no te tires a la mujer-avispa, – creo que le viene a decir, porque esto es ya de nivel avanzado- que luego se lo contará a la Bruja Escarlata que montará un cirio tremendo sin motivo, porque nunca te ha hecho ni caso, me hechizará a mí, que no sé qué pinto en la historia,  y tú morirás. Por mojar, como en las películas de miedo.
Por cometer semejante delito, Hulka es juzgada por la Agencia de Variación Temporal, en el número 100 de la colección, un número de homenaje lleno de dibujantes en el que cada vuelta de página es una sorpresa a veces no demasiado grata. La AVT decide eliminar a Hulka de la historia por considerar que su existencia es más negativa que positiva. Pero ahí están sus amigos, todos superhéroes menos un pato que no sé si tiene poderes o no, dispuestos a defenderla. – Pues a mí me ayudó a dejar los puros – dice el primo del pato Donald. – Y a mí me llevaba a churrar, que beber sólo es muy triste -defiende Hércules. – A mí me ponía música ochentera – esgrime Silver Surfer no se sabe si para defenderla o condenarla definitivamente. – Es una cachonda que se ríe de mis chistes – argumenta Spiderman. Si se ríe de los chistes de Spiderman, merece quedar libre y que destruya las ciudades que quiera, que cause la guerra de cuentas y hasta la tercera guerra mundial si le apetece.

Como en al AVT no andan sobrados de plazas Hulka, no sólo es declarada inocente sino que tiene que llevarse a su tiempo a… Fin del número, cliffhanger ¿brutal?

¡¡¡¡¡A Dos Pistolas Kid!!!!! Vale, ¿y ése quién es? Después de tanto misterio y tanto bombo, casi pensaba que se iba a llevar a casa a Batman. Que ya sé que no pinta nada, pero por eso mismo hubiera sido una sorpresa de la leche. Pero Dos Pistolas Kid… Que no es por desmerecer al hombre, que seguramente será un superhéroe como la copa de un pino, pero… no es Batman.

Yo no sé vosotros, pero después de este número con tantos superhéroes y tantos dibujantes he echado de menos -nunca creí que fuera a decir esto- los litigios y a Pelletier. Y más sabiendo gracias a Pedro que nos aguardan números con dibujantes que no saben distinguir un tanga de una braga-faja. Ya veréis, ya.

¡Buen día a todos!

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Catwoman, menos es más

28 marzo, 2007 By Ana S. Palacín

Algún brillante ideólogo ha puesto en el V*ps de Zaragoza un par de baldas dedicadas a tebeos y lo ha llamado «el rincón del cómic». Y el séptimo día descansaría o algo. Hay unos pocos Jimmy Corrigan, saldos de Norma y toneladas de ejemplares de La (infecta) Hora bruja, cosa que no es de extrañar porque vaya birria de cómic. Encontré dos números de Catwoman, de Ed Brubaker, que por razones socioeconómicas escondí entre los de La Hora bruja que probablemente nadie miraría.

Lo estoy pasando muy bien con esta Catwoman detectivesca, de aspecto madonniano y moderadamente golfa. Ed Brubaker entretiene mucho más con estos guiones de género negro que con sus historias underground de Lowlife, que son un peñazo.

Después de leer la lucha entre Hulka y Titania y a pesar de los hilarantes guiones de Slott terminé cansada de supertetonas mamporreras con poca sesera.

Afortunadamente, Catwoman es una heroína muy distinta a la verdosa Hulka. La primera, con su ajustado mono negro, saltando por los tejados, ágil, esbelta, ambigua, sembrando incertidumbre; y la otra, en bañador y zapatillas, superchola, superbestiaja, repartiendo hostias como panes, con la elegancia de un rinoceronte y sin mayor misterio que el de por qué no se rompe la nariz con sus propios pechos cuando corre. Y encima abogada.

Y es que en algunas ocasiones, aunque no os lo creáis, menos es más.

¡Buen día a todos!

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Hulka: petardas a gogó

12 marzo, 2007 By Ana S. Palacín

El sábado andaba de mudanza, cargando y descargando cajas, sudando como una condenada y me acordaba de Hulka. Anda que no me hubiera venido bien un poquito de superfuerza. Arrastrando un futón, cavilaba sobre si la superfuerza va unida con la supertontería que tiene Hulka encima. Igual sí. Y es que Dan Slott está desarrollando una Hulka con poquita sesera, superficial, veleidosa y algo lerda. Una pedorra en toda regla.

Me entretengo mucho con los tomos de Hulka, pero la protagonista es inaguantable. Que sí, que lo de que sea abogada tampoco ayuda. Por estos motivos, prefiero que la dibuje Bobillo, que le da un aspecto de ogresa apamplada que le pega más.
En este segudo tomo, Hulka es designada magistrada del tribunal viviente (jueces, jurados y abogados del universo). Pero las cosas no siempre se resuelven a golpe de martillo, y termina a tortas con Slatterus, el campeon del universo y poseedor de la gema del infinito, gracias a la cual arrea unas hostias como panes.

Por si no teníamos bastante con la pedorrez de Hulka, en la siguiente historia aparece otra petarda más. La flacucha Mary-Titania inspira ternura al principio. Mary es una chica esmirriada, pobretona, poco espabilada, desafortunada, dale que dale al rasca y gana sin ganar una mierda, marginada por todos, muy envidiosa, que sueña con ser una superheroína. Cuando el Doctor Muerte convierte a Mary en Titania, una tía superfuerte vestida (o algo así) de cuero, con las tetas más grandes que su cabeza y unos muslos de infarto, aflora ese resentimiento y se dedica a hacer el mal. Quizá los demás nos cortásemos a la hora de hacer el mal, pero una patada en los huevos a quienes nos han hecho o hacen la vida imposible igual se nos escapaba.

Como no pueden coexistir dos supertías, superfuertes, supertetonas y tan pedorras en un mismo universo, Hulka y Titania se convierten en enemigas acérrimas. Y es que Titania, lejos de estar satisfecha con lo que tiene, quiere más. Lo quiere todo. O mejor dicho, quiere ser la que más.

En fin, que como no hay nada que me resulte más repugnante que la envidia y las personas envidiosas, casi aplaudí al final del tomo.
¡Buen día sin envidias a todos!

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Flash, aquí el que no corre…

3 enero, 2007 By Ana S. Palacín

Superhéroes para Dummies–Es un buen momento para que leas Flash – me avisó uno de los gurús barbudos – Ha perdido la memoria y empieza de cero.

El reseteo de Flash era una gran oportunidad. ¡Con lo que me gustaba Flash, con su traje rojo, su rayo amarillo y lo que yo pensaba que eran unas simpáticas orejillas. ¡Si hasta tengo un pijama suyo! Bueno, a todo lo llaman pijama porque en realidad es una camiseta y un microminipantalón que…

–¿De cuál?
–¿De cuál qué? – pregunté. Sí que les gusta hablar de pijamas a los lectores de superhéroes…
–¿Que de qué Flash es tu pijama? 

Euh. Y es que, menuda sorpresa, resulta que hay varios Flash. El más antiguo es uno que lleva una bacineta quijotesca en la cabeza y que inhaló unos efluvios tóxicos; el de mi pijama es Barry Allen, un policía científico a quien le cayeron unos potingues encima; y finalmente, su sobrino, Wally West, primer Kid Flash y tercer Flash, que también se accidentó con mejunjes. Una casta de záforas que ha dado como resultado tres velocistas. Ahí es nada. Una se acostumbra al monoteísmo sencillito, a que haya un sólo Superman y un único Batman, y, de repente, te encuentras con una genealogía de Flashes que ni Santa Bárbara.

Portada flashEl Flash que ha reseteado Geoff Johns es Wally West, un mecánico de la policía. Qué poco glamour. ¿Dónde han quedado los fotógrafos, los asquerosamente ricos, los periodistas, los abogados y los profesionales liberales en general? Algo decepcionada, empecé a leer el primer número. Digo decepcionada porque no era el Flash clásico, ni tan siquiera un segundón, qué coño, ni el de mi pijama, sino un Flash de tercera división. Pero ¿quién puede resistirse a leer de gorra un tebeo de superhéroes que parte de cero? Bueno, que parte de cero es un decir, porque si bien es cierto que Wally West y todos los que conocen la identidad de Flash han perdido la memoria, la recuperan a marchas forzadas. Desde la aparición del sobrino-nieto (o lo que sea)desde el futuro, aquello se convierte en el habitual batiburrillo de DC: venga superhéroes de toda la vida pidiendo explicaciones y midiéndose los genitales por aquí, venga villanos, de nombre ridículos y a cada cual más estrafalario, atacando por allá.

A estas alturas mi decepción inicial ha quedado muy atrás. Me está gustando mucho este Flash de FP, optimista y luchador, con su curro de medio pelo y su insoportable mujer, que disfruta ayudando a los demás y al que adoran sus vecinos de Keystone City.

Lástima que mi pijama no sea de Wally West.

¡Buen día a todos! 

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Decálogo superheroico para dummies

18 diciembre, 2006 By Ana S. Palacín

Superhéroes para dummiesAy, si alguien me hubiera contado lo que iba a encontrarme leyendo cómics de superhéroes…

1- Prepara la cartera

Sí, lector no iniciado, ve sacando billetes. Imagino que te parecen caros los cómics de Astiberri o los de SinSentido. Pero cuando pagas del tirón 24 eurazos por un tomo, se acabó. Te llevas a casa una historia enterita, con principio y final y tapas de cartón. De cartón del duro. Si te gustan las sagas europeas de tomos carillos, estás de enhorabuena porque, que con suerte, tendrás un tomo al año. Así son los franchutes. Sin embargo, los cómics de superhéroes no terminan nunca, los personajes son eternos, y cada cómic de grapa que compres te va a costar alrededor de dos euros. Cuenta además con que nunca harás una sola colección, que para eso están los crossovers, los elseworlds y los whatifs, para sacarte los cuartos. Ay.

2- Abre tu mente

Se acabaron las historias cotidianas en las que la señora gorda del quinto saca la ropa a tender y se le caga una alondra, mientras Jean-Paul, que lleva un año sin mojar, compra unas castañas en la plaza. Aquí, encontrarás marcianos, supertíos y cachondas en bañador; todos ellos con algún tipo de poder o rareza y con mejores o peores intenciones. Y amoríos, muchos amoríos de quiero y no puedo y cuando puedo no quiero. Amantes de Teruel mutantes, que no se pueden tocar, eternos triángulos amorosos, y cuernos con marcianos que toman la forma de tu amorcito sólo por joder. Por joder de dos formas.  Y así ¿quién puede concentrarse en salvar el planeta?

3- No intentes entenderlo

Si vas a ponerte a racionalizar las cosas, mejor léete Isaac el pirata, que se pegó una hostia en el segundo tomo, se le ha quedado la tocha como un cuatro y ningún ser de otro mundo ha venido a arreglársela. Puro realismo. En los tebeos de superhéroes, los guionistas juegan con palabros y conceptos que ni ellos entienden. Nanocosas por aquí, dermoesqueletos por allá, vórtices, dimensiones desconocidas, mundos inventados… Oh, Dios mío ¡estamos perdidos! !Las nanopartículas desprendidas durante la eclosión del vórtice de la dimensión temporal se han agrupado en un dermoesqueleto! ¡No, los que estamos perdidos somos nosotros!

4- Ante todo, mucha calma

La serie está tomando cariz de mierda pinchada en un palo, piensas mientras lees el último número de tu serie favorita. Y decides dejarla. ¡Que te crees tu eso! Un guionista, aparte de las cuatro reglas, sabe cómo poner los dientes largos. De hecho, no necesita esas cuatro reglas. Última página y cliffhanger brutal. ¡No puedes dejar la serie ahora! ¡Cómo vas a aguantar un mes! Los tebeos de superhéroes no están hechos para lectores impacientes, ansiosos y compulsivos.

5- Quien tiene un colega, tiene un tesoro

Es hora de practicar el intercambio de tebeos. Se socializa, se ahorra y, sobre todo, se lee mucho más. Eso sí, tú lo haces, sabes que ellos también lo hacen, pero nunca hay que decirlo en voz alta. Leer tebeos ajenos en el váter es una práctica común, pero saberlo es tan desagradable como saber que tus padres aún follan. O los viejos, ¿los viejos mojan?

6- No olvides tu lista

Es indispensable que tengas una lista de los cómics que te faltan y que la lleves siempre encima. Si te entra el apretón consumista sin ella es probable que termines comprando cómics repetidos para solaz del tendero. Que parece una tontada pero…

7- Atento a la tara

La grapa es traicionera. Es así. Se amontona, se soba, se busca, se saca, se mete, se dobla y se arruga. El formato es endeble, y cuidado, porque si se moja, es como un gremlin, estás jodido. Si estás tan tarado que acostumbras a examinar las esquinas y lomos de los cómics antes de comprarlos, para tener tomos impecables e impolutos, encontrar grapas superheroicas en buen estado puede ser una odisea. Ahora bien, como parte positiva, puedes tirar tu grapa al suelo cien veces, que seguirá teniendo la misma mala pinta.

8- Olvida la estética de tu colección

Toda la vida comprando tomos estupendos, de ésos que dignifican, y de repente te encuentras con tropecientos cómics en grapa, que no se sostienen por sí mismos, sino que los tienes que poner entre el Cages y el Blanquets y conforman un conjunto chapucero. Y si los embolsas es peor, porque no sabes si tienes una colección de tebeos o de pruebas de un crimen.

9- Hazte valer

¿Así que te gusta el Espidermal ése, eh? – pregunta tu cuñada, menuda arpía, en la comida familiar- ¡Pues igual que a Josemi! Josemi, por si no ha quedado claro, es tu sobrino, que tiene tres años y apenas diez dientes. Y es que claro, tienes unas cosas… A tu edad… ¿Acaso no sabes que los cómics son para niños? Sobre todo los de tipos en mallas, porque mal que bien, con sudor y lágrimas, puedes argumentar que una historia de nazis en la que gatos nazis revientan ratoncitos judíos contra un muro, es para mayores. ¿Pero qué hacer cuando Josemi va al colegio con su cartera de Espaidermal?

10-  Relájate y disfruta de tus cómics

Porque después de esperar un mes colgado en un cliffhanger brutal, de haber buscado como un poseso la grapa en buen estado, y de haber aguantado los chismes de tu cuñada y las miradas de soslayo de tus compañeros de trabajo, te mereces eso y más.

¡Buen día a todos! 

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La inaguantable Hulka

31 octubre, 2006 By Ana S. Palacín

Superhéroes para dummiesEn este periplo hacia la sabiduría superheroica, los gurús barbudos me recomendaron un cómic que me TENÍA que gustar. Es el sambenito que llevo colgado desde que estudiaba Derecho. La gente piensa que las series de televisión sobre abogados, las película de juicios o los bestseller legalistas, te TIENEN que gustar porque son DE LO TUYO. Ahora será que lo mí­o es poner pleitos a dios como la translúcida McBeal, o dilucidar si unos marines obedecían órdenes de un superior chiflado o los chiflados eran ellos, o que me interese el futuro de una jurado acosada hasta el aburrimiento (¡que acaben con su sufrimiento y con el mío, por favor!) Lo cierto es que entre mis aburridos compañeros de clase, adoradores de Ally McBeal, habí­a tortas por participar en las clases de Filosofía del Derecho esgrimiendo argumentos peliculeros que eran la risión. Así que siempre he sido escéptica sobre las cosas que me TIENEN que gustar por ser de lo MÍO.

Hulka, mujer verde soltera...Volviendo al tema, el cómic que me TENÍA que gustar era Hulka, mujer verde soltera… Contra todo pronóstico, me ha encantado esta Hulka, apocada abogada a ratos e inaguantable superheroí­na casi siempre. A Hulka sólo la conocía de oí­das, por ser la prima de Bruce Banner. Por lo visto, viendo a su prima al borde de la muerte, Banner (el Bruce Willis de la medicina) le hizo una transfusión de su propia sangre, zis zas, sin tener en cuenta que su sangre no era precisamente normal. Yo si me veo en una igual, ¡que no me pongan sangre de mi primo! Por si acaso. Que hay primos y primos y el mío es CURA.

Hulka, sin embargo, gana con el cambio. La insignificante Jen Walters se convierte en una curvilínea mujerona verde que te quiero verde, mediática, resuelta, juerguista, consentida, algo superficial e inconstante.

En este cómic nos encontramos con una Hulka glamourosa, que tiene más que olvidado su pasado como Jen Walters. Debido a sus excesos nocturnos y a su inmadurez pierde al mismo tiempo su trabajo y su hogar en la Mansión de los Vengadores. Pero va a encontrar su sitio en otro despacho de abogados especializado en Derecho Sobrehumano. El problema es que su jefe no quiere como empleada a la inconstante Hulka, sino a Jen Walters, y a Hulka no le gusta Jen y Jen tampoco se gusta a sí misma sin su verdor.

Hulka ¿Fiona?El guión es entretenido y original. El dibujo humorístico semi-cartoon de Bobillo confiere mucha expresividad a los personajes, su spiderseñal es la leche, pero, ¡ay!, Hulka parece un calco de la princesa Fiona. Que tampoco es malo, recordemos lo buena gente que era la ogresa. Pero de la ciénaga al glamour, hay un trecho… El dibujo de Pelletier en comparación, resulta menos expresivo, nada gracioso, más superheroico, acorde a la historia que cuenta y su Hulka es un bellezón.

En resumidas cuentas, ¡quiero más! (y si puede ser, pronto)

¡Buen dí­a a todos!

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JLA Año TontUNO

18 octubre, 2006 By Ana S. Palacín

Superhéroes para dummiesDurante mi primera semana de iniciación superheroica y tras leer los Ultimates de los Vengadores y El Dichoso Clavo, me sentí con fuerzas para afrontar nuevas lecturas. Mientras rebuscábamos en tiendas de tebeos, uno de los Gurús Barbudos (de quienes ya he hablado) apareció con un tomo bastante grueso y exclamó: "-¡Si yo tuviera 20 euros me compraría ESTO!"

"Esto" era un cómic titulado JLA Año Uno. Todos meneamos la cabeza apenados por su ascética vida de estudiante borracho, mientras el Gurú dejaba el cómic en su sitio.

¡¡Un momento!! ¿Un tomo de superhéroes? ¿Un tocho gordísimo para lanzarme de lleno a la sabiduría superheroica? ¡Yo SÃ? tenía esos veinte euros!

-Pero Iru, que es la JLA…

-Ya bueno, y qué…

-Los del Clavo, hija, los del Clavo…

Aing aing. El grupúsculo de El Clavo. ¿Y si me ocurría lo mismo que con el Dichoso Clavo que no entendí ni jota hasta las cinco últimas páginas? ¡Que 320 páginas de incomprensión, son muchas páginas!

Me debatía entre el tomo de la JLA o unos tebeos de grapa, con un dibujo blandengue e infantiloide, llamados Runaways. Son una pandilla de críos, hijos de… eeeh… determinadas personas, que descubren… eeeeh, secretillos familiares, y encima poseen… eeeeh… habilidades curiosas. Como véis, en este extraño mundo superheroico ya no distingo un spoiler de un resumen.

Como la historia de los Runaways pintaba regulera, acabé comprando el toma tomazo de la JLA Año Uno. Después de leerlo ya tengo filias, fobias y soy una enganchada más. Cuidado con los destripes.

…

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Entre Los Vengadores y la JLA

3 octubre, 2006 By Ana S. Palacín

Superhéroes para dummiesOs contaba ayer mi periplo aproximatorio a los tebeos de superhéroes. No sabía por dónde, ni por cuál empezar… ¿Y si me paso al manga? Entonces me acordé de aquel engendro llamado Slam Dunk o aquel otro de Las Luchadoras de Leyenda y decidí seguir con los tipos en mallas, que los superhéroes son muy tontunos pero al menos no les sangra la nariz por ver unas bragas… blancas.

Los Gurús Barbudos me prestaron diligentemente el primer volumen de los Ultimates de Los Vengadores y un what if, else world o sabediosqué de la JLA titulado El Clavo, un trabalenguas gráfico, demasié para mis pobres entendederas que me ha dado por llamar Pablito clavó un clavito.

Portada de El ClavoEste Clavo es un abrumador despliegue de superhéroes y villanos. ¡Cuánta supergente de todo tipo y condición hay en el mundo! A estas alturas, lo raro es ser normal. Lo bueno es que terminas conociendo hasta el último pariente de un Aquaman con pintas de chuloplaya y a todos los Green Lanterns de la galaxia. Lo malo es el desgaste neuronal para asimilar tanta información. Ni que fuera Santa Bárbara. Hasta quien yo creía que era un tipo corriente, Jimmy Olsen (el pecoso de Superman) ha tenido todo tipo de poderes. Después de tanto follón y de no adivinar ni de lejos quien era el malo de turno, en las últimas páginas, cuando aparece Superman versión Michael Landon ya lo entendí todo. O eso creo.

Portada UltimatesLos Ultimates de Los Vengadores parten de cero, de una premisa más acorde aestos tiempos. A pesar de no conocer prácticamente a los personajes resulta un poco chocante saber que Nick Fury era blanco y ahora es negro, que Thor sea un jipioso anti-globalización, encontrar un Capitán América fuera de onda, o ver al doctor Pym zurrando a su mujer (que por lo visto lo ha hecho siempre). Ya me cayeron gordos desde el principio, él y su mujer, por su desdén hacia el pobre Banner, para el que pintan las cosas un poco feas. A ver en qué acaba todo…

¡Un invento esto de los Ultimates!

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Superhéroes para dummies

2 octubre, 2006 By Ana S. Palacín

Antes de irme de vacaciones me telefoneó un amigo para decirme que leía mi bitácora. Vaya por dios. Por un lado, reconforta que casi todos los lectores sean amiguetes porque ellos mismos eligen cuándo, cómo, y si sufrir o no las historias que cuento. La parte negativa, además de no poder ponerles a caer de un burro por razones obvias, es que suelen opinar sobre lo que escribo y a veces con bastante acierto. Mi amigo me comentó que estaba demasiado centrada en el cómic underground y que ya podría hablar de otras cosas. No entendí si se refería a hablar (más aún) acerca de mi tontuno existir o a hablar de otro tipo de tebeos. Fuere lo que fuese, he decidido abrir mi mente al apasionante mundo de los tipos en pijama, para el que creo tener aptitudes, ya que soy carne de serial, telefilme, culebrón o lo que se tercie.

Los Vengadores–Todo el mundo lee superhéroes– pensé- No puede ser muy difícil… Meeeeeeeeeeeeeeec. Primer error. ¿Por dónde coño empezar cuando todos los superhéroes llevan siglos publicándose? ¿Por el principio? Unos sudores fríos, unos ojos en blanco, un bolsillo tembloroso…

Entonces, en busca de consejo, acudí a quienes voy a llamar los Gurús Barbudos, lectores impenitentes de superhéroes desde su más tierna infancia. Les pregunté subrepticiamente cuáles eran sus superhéroes favoritos, para copiar sus gustos y comprar lo mismo que ellos. ¡Qué astucia la mía! Meeeeeeeeeec. Segundo error. -Qué simplista eres, Iru- me dijeron- Por qué elegir un superhéroe pudiendo elegir un grupo entero como… Los Vengadores.

¿Los cuálos?

Y es que no sólo basta con distinguir entre Marvel y DC, sino que cada sello tiene millones de superhéroes (algunos duplicados) y decenas de supergrupos en los que militan esos millones de superhéroes… Un follón tremendo. Tendría que haber elegido el manga…

-Lo mejor será que empieces por algún Ultimate -sugirió el Gurú Barbudo más grande.

Nick Fury, un Michael Jackson a la inversa¿Mande?

Por lo visto, los Ultimates son un invento de Marvel para que los desdichados tardanos como yo nos enganchemos a los cómics sin suicidarnos en el proceso. No está el mercado como para ir perdiendo lectores. De paso aprovechan para cambiar lo que les apetece, y como los desdichados no sabemos cómo eran las cosas antes, tragamos. Por ejemplo, Nick Furia ha sido de un blanco nuclear durante toda su vida editorial y en el Ultimate de los Vengadores es más bien negro y se parece a Samuel L. Jackson. Hay Ultimates de Spiderman, que igual ahora es chino, de los X-Men y de los Cuatro Fantásticos, que a lo mejor son cinco. Cosas de los Ultimates.

En DC, dios sabe por qué, no han adoptado este invento, para desgracia de los no iniciados. Para enfrentarse a sus cómics hay que encomendarse al santoral entero. ¿No me creéis? El supergrupo más conocido es la JLA, formada por los superhéroes famosos con solera: Wonder Woman, Batman, Superman, y otros como el Detective Marciano, que es verde y cabezón, Flash, Atom, el pequeñico, Aquaman con sus pintas de chuloplaya, Green Arrow que no tiene ningún poder pero ahí está, Green Lantern, que son legión, y Canario Negro, que es la de los alaridos ultrasónicos… Y los que me dejo. No se acaban nunca. Algunos tienen aprendices adolescentes, para historias de amoríos tipo sensaciondevivir. Y es que hay montones de generaciones de superhéroes, desde los más viejunos de la JSA, pasando por los adultos de la JLA, los jovenzanos Outsiders y los adolescentes Nuevos Titanes. Un lío.

La terminología superheroica también se las trae. Los what if y los else world, son historietas alternativas donde los guionistas hacen lo que les sale del moño: que quieren matar a tal o cual personaje intocable, pues lo matan; que quieren volver gay al más macho, lo vuelven. Como no está dentro de la continuidad, es como si no hubiese pasado. ¿Y por qué lo hacen entonces? ¿Es para pegarse un tiro o no?

Superhéroes para dummiesMañana os contaré cómo, para no discriminar, he leído parte de los Ultimates de los Vengadores, y un what if de la JLA llamado Pablito clavó un clavito.

¡Gensanta! ¡Otra vez a trabajar!

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