Que me perdonen los fans de Jeff Smith, entre los que me incluyo, pero después de dos lecturas no he encontrado ningún entretenimiento en las páginas de Shazam!: La monstruosa sociedad del mal. No conocía previamente al Capitán Marvel, ni al huérfano Billy Batson, ni a la marisabidilla Mary, ni a Sivana… Y por mí podía haber seguido igual. La historia, ¡qué historia!, avanza a trancas y barrancas, presentando distintos personajes y narrando el origen del Capitán Marvel, el ingenuo superhéroe en quien se convierte Billy Batson al decir «Shazam!». «Shazam!» mediante, nos encontramos con el repelente chavalín o con un tipo alto como un pino y tonto como un pepino. Medio cómic deseando que lo diga, otro medio deseando que no lo diga… para finalmente no saber qué es peor. Junto al huérfano Batson/Capitán Marvel aparecerán su recién descubierta (y estrangulable) hermana a quien encuentra, adora, se lleva a casa y le contagia los poderes en cuestión de minutos; un mendigo-tigre-gato que mola bastante; un pretendido villano de chiste con absurdas intenciones; y una serpiente mala malísima que es la que ha orquestado el plan para no sé muy bien el qué.
De todo el tebeo me quedo con el bonito dibujo (qué logradas están las caras de pampurria de Billy), con el mendigo-tigre-gato y con pocas ganas de leer más acerca del paspán del Capitán Marvel. Y es que… como para no apodarlo Capitán Pandemolde… venga hombre…
¡Buen día a todos!